A la hora de diseñar viviendas, edificios de oficinas, locales, museos, calles y plazas accesibles es necesario conocer las diferentes personas y culturas que conviven en nuestra sociedad.
Esta diversidad sin duda nos enriquece a todos pero es necesario que los lenguajes sean comprensibles para todos sus habitantes. Se requiere la aportación de todos los agentes implicados y, por supuesto, una participación activa de las personas con discapacidad y otros colectivos en sus procesos de diseño.