Cómo usar el aire acondicionado de forma eficiente

Con las altas temperaturas de los últimos días son muchas las personas que optan por quedarse en casa con el aire acondicionado encendido hasta que refresca un poco en el exterior. Si te encuentras entre ellas, o estás pensando en instalar este sistema de climatización en tu vivienda, ten en cuenta que elegir el dispositivo adecuado y adaptar tus hábitos son fundamentales para evitar facturas de electricidad desproporcionadas.
En primer lugar es importante que el equipo de refrigeración sea el más adecuado para tu hogar, el más potente o el más barato pueden no ser la mejor elección. Para empezar es necesario fijarse en la etiqueta energética del dispositivo ya que los más eficientes consumen casi la mitad de energía que los que lo son menos. Por otra parte hay que tener en cuenta las dimensiones del espacio que se quiere climatizar así como la orientación de la vivienda, el aislamiento de sus muros, el tipo de acristalamiento y el clima de la zona. Es por tanto importante ponerse en manos de profesionales tanto para el diseño como para el montaje de la instalación.
En segundo término es fundamental mantener en el interior de la vivienda una temperatura adecuada: entre 22 y 25ºC, con un nivel de humedad que oscile entre el 45% y el 60% según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). Poner el aire a temperaturas más bajas hará que la factura suba con rapidez ya que cada grado menos supone un consumo adicional del 8% según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Por otra parte es importante que el dispositivo se coloque en un lugar adecuado, donde el sol le incida lo menos posible, no haya excesiva acumulación de calor y el aire pueda circular fácilmente, ya que necesita ventilación. Además se pueden elegir aparatos que incorporen sensores inteligentes de presencia, que activan automáticamente el modo ahorro de energía cuando detectan que no hay nadie.
Para garantizar el uso eficiente del aire acondicionado, y el consecuente ahorro económico, es además importante seguir una serie de sencillas prácticas, como encenderlo sólo cuando sea necesario manteniendo puertas y ventanas cerradas, o apagarlo siempre que se salga de casa. Mantener los filtros limpios, tanto de la unidad de pared como de los conductos, hará que el aparato no tenga que realizar un esfuerzo adicional para emitir aire frío, reduciendo al mínimo posible el consumo de energía.
Por último destacar que existen otras medidas complementarias al aire acondicionado, y más económicas, para disminuir la temperatura en el interior de la vivienda como ventilar en las horas más frescas del día, usar a las mismas los electrodomésticos que producen calor como la plancha o el horno, instalar toldos en las fachadas más expuestas al sol o alternar el uso del aire con el de ventiladores de techo o pared.
Fuentes: www.ocu.org; www.inarquia.es; www.elpais.com